son ejemplos de la arquitectura civil asociada a importantes familias de la región.
El patrimonio cultural con el que cuenta Medio Cudeyo es tan diverso y amplio como desconocido para gran parte de la población. En cualquiera de las localidades del municipio, el visitante descubrirá alguna casona, palacio u edificio de arquitectura destacable que recoja una parte importante de la historia del lugar. Son testigos dignos de sucesos y acontecimientos locales marcados por la vida de importantes casas solariegas y personajes de indudable influencia en su tiempo. La variedad de estilos arquitectónicos de las construcciones civiles permiten hacer un recorrido singular. Torres, palacios y casonas de variadas tendencias artísticas aparecen diseminadas por todo Medio Cudeyo. Te proponemos unas cuantas pero seguro que en tu visita descubrirás otras muchas.
Torre Alvarado
Torre Alvarado
Es el testimonio más antiguo de la arquitectura civil de Medio Cudeyo. Aúna rasgos de la arquitectura medieval en la tipología de torre defensiva junto a elementos decorativos renacentistas. La torre constituía el cuerpo principal del mayorazgo fundado en la localidad de Heras por don Juan Sainz de Alvarado y Bocerraiz en 1573. El edificio perteneció al linaje de los Velasco primero y al de los Sota más tarde y está declarado Bien de Interés Cultural.
El edificio está a medio camino entre la torre tardomedieval y el palacio protorenacentista. La torre está influida por la arquitectura burgalesa en la minuciosidad del trabajo que presenta la ventana de su frente (enmarcada por unas pilastras sobre ménsulas y remate de pináculos) sobre la puerta de acceso con arco de medio punto de grandes sillares, sillares que se emplean también en los vanos y en los esquinales. La cornisa es moldurada y presenta bolas y pináculos como remate del frente principal. Sobre la ventana renacentista un escudo con las armas de Alvarado y una tarjeta con la leyenda JUS EST IN ARMIS (el derecho está en las armas). Sobre otra ventana en una de las fachadas laterales se sitúa otra pieza heráldica con las armas del mismo apellido.
Casa natal del Marqués de Valdecilla
Casa natal del Marqués de Valdecilla
En esta casona montañesa nació en año 1850 don Ramón Pelayo de la Torriente, Marqués de Valdecilla. El edificio sigue una tipología propia de la arquitectura popular con dos pisos, disponiendo la planta superior de solanas, y un tercero de perfil abuhardillado, con balcón. La inscripción del dintel de la portada principal informa de su construcción en 1783.
La casa consta de tres plantas, la superior a modo de perfil abuhardillado, que se cubren con tejado a dos aguas. Los muros se construyen en mampostería revocada, presentando piedra de sillería en esquinales, dintel y jambas de la puerta de ingreso y en el recercado de algunos vanos. La casa sigue la tipología de dos cuerpos de solana y estragal entre muros medianeros. En el primer piso una puerta adintelada de sencillas líneas presenta en su dintel una inscripción que recoge la fecha de construcción de la casa (1783) junto a las palabras Jesús, María y José. En el segundo piso de la fachada principal destaca una balconada de madera. Asimismo cuenta con balcón el piso alto a modo de buhardilla y las fachadas laterales. En la fachada trasera se ubica un mirador cerrado que ofrece magníficas vistas del amplio jardín de la finca y de la iglesia de Santa María de Cudeyo.
La propiedad se encuentra incluida en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria como Bien Inventariado desde 2001.
Palacio del Conde de Torreánaz
Palacio del Conde de Torreánaz
Este palacio construido a finales del siglo XIX y reformado a principios del XX fue mandado levantar por Luis María de la Torre y Hoz, Conde de Torreánaz, Senador y Ministro de Gracia y Justicia. Su arquitectura ecléctica aúna elementos propios de las casonas barrocas con rasgos del Academicismo de finales del siglo XIX, recurriendo a la heráldica como signo de preeminencia social. Asimismo, la amplia finca del palacio presenta destacados ejemplares arbóreos.
Palacio influenciado por la arquitectura barroca montañesa de la cual es reflejo el empleo de arcos de arcos de medio punto tanto en el piso bajo del cuerpo principal del edificio como en el de la torre que se adosa a uno de los laterales de éste. Otro elemento que remite a modelos arquitectónicos de corte historicista es la heráldica, presente en varios escudos (sobre la puerta de acceso al palacio, en la portalada de la finca, en la torre, en un rollo heráldico). Rasgos academicistas son tanto las columnas que flanquean el eje central de la fachada principal como las pequeñas cornisas voladas a modo de remate sobre cada uno de los vanos del piso superior, todos ellos concebidos como balcones. El palacio, tiene notas propias de las arquitecturas regionalista e inglesa. Destaca también el jardín que rodea al palacio, en el que encontramos un templete y el edificio destinado a las caballerizas. La finca que forma el jardín del Palacio es un hermoso y denso parque que incluye cuatro Árboles Singulares de Cantabria.
Palacio de los Marqueses de Valbuena
Palacio de los Marqueses de Valbuena
Este palacio con capilla adosada perteneció a Don Antonio Ibáñez de la Riba Herrera, Arzobispo de Toledo. El Palacio está edificado en los siglos XVII y XVIII dentro de las líneas del clasicismo barroco, ampliando la torre del solar primitivo junto a la capilla e incluyendo un monumental escudo con las armas de Ibáñez y Agüero flanqueadas por figuras femeninas.Está localizado en la calle General Mola y está declarado Bien de Interés Cultural.
El palacio tiene una planta rectangular organizada en dos pisos que al exterior aparecen separados por una imposta horizontal. El piso bajo presenta triple arcada dando acceso a un zaguán. El piso alto cuenta con cuatro vanos y el escudo central con las armas del Arzobispo Don Antonio Ibáñez de la Riva Herrera, propietario original del palacio. Adosada al palacio en la parte norte encontramos lo que podría ser el solar primitivo del linaje de los Ibáñez, con su correspondiente escudo de armas, y la capilla de San Juan, en la cual resaltan la portada de tratamiento clásico y la espadaña que remata el alzado. En una de las fachadas laterales del palacio se localiza un reloj de sol. El edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1985, fue propiedad de Don Antonio Ibáñez de la Riva Herrera, Canónigo Magistral de la Catedral de Málaga, Obispo de Ceuta, Arzobispo de Zaragoza, Virrey de Aragón, Inquisidor General de España, Presidente de Castilla y Arzobispo de Toledo. En el siglo XIX el palacio pasó a ser convento de religiosas adoratrices. En la actualidad es un hotel.
Plaza de la Marquesa de Nájera
Plaza de la Marquesa de Nájera
Se trata de un conjunto de indudable valor pintoresco en la localidad de Sobremazas. Es una plaza en torno a la cual se articulan una hilera de casas con balconadas de carácter popular así como la denominada La Tudanca, edificada durante la primera mitad del siglo XIX, y que fue propiedad de la Marquesa de Nájera. La plaza, empedrada en parte, presenta alumbrado de farolas de hierro procedentes de Londres y fechadas en el año 1832, lo cual constituyó un claro ejemplo de modernidad en el terreno de las obras públicas de la época en un ambiente rural como es el de Sobremazas.
Empedrada en parte, el conjunto de la plaza se completa con unas casas con balcones y pequeño jardín dentro de la estética propia del siglo XIX. En la plaza destacan las casas nº 23, 25 y 26, algunas de las cuales pertenecieron en su día a la Marquesa.
Casona de Los Cuetos
Casona de Los Cuetos
Situada en lo alto de Sobremazas, esta casona está cercada por una corralada con portada monumental de arco de medio punto con elementos decorativos clasicistas enmarcando un escudo flanqueado por guerreros tenantes. La casa es de dos plantas en sillería con capilla, y torre adosada de cuatro pisos. Declarada Bien de Interés Cultural, el conjunto actual data del siglo XVIII y perteneció a varios miembros Procuradores Generales de Trasmiera. En la casa vivió el ilustre investigador montañés don Fermín Sojo y Lomba.
La casona está compuesta por un edificio en sillería de dos plantas y buhardilla al que se adosa en el ángulo nordeste una torre de cuatro plantas. El piso bajo de la casona presenta una doble arquería que da acceso a un zaguán, mientras que en el segundo piso se localiza un balcón corrido de hierro, rematándose el edificio con una zona abuhardillada y tejado a cuatro aguas. El conjunto se completa con una capilla dedicada a San Agustín que al exterior posee un escudo fechado en 1719 que fue traído del barrio de Rubalcaba en Liérganes en la segunda mitad del siglo XIX. Otro escudo que posee la casa procede del cercano barrio de Turria. Merece consideración la magnífica portalada que cierra la finca y sirve de ingreso a ésta. Compuesta de tres cuerpos, en ella se distingue una parte baja que acoge un arco de medio punto entre pilastras pareadas. Sobre él escudo con las armas de los Cuetos y como remate un frontón partido con una figura femenina en su centro que se conoce con el nombre de «La Giralda».
Palacio de Rubalcaba
Palacio de Rubalcaba
Construido en la segunda mitad del siglo XVII, destaca por su sobria arquitectura y la sillería de su capilla. Está estructurado en dos pisos con destacado desarrollo longitudinal, capilla con contrafuertes y espadaña, y escudo monumental de gran riqueza decorativa en el frente principal con las armas de Rubalcaba sostenidas por leones. El palacio fue solar del linaje Rubalcaba en Solares y se localiza en la Avenida Virgen del Pilar.
Los volúmenes, limpios y de líneas sobrias, destacan por la magnífica sillería de la capilla y del eje principal de la zona de vivienda, eje marcado por la puerta de acceso con gran arco de medio punto que da paso al zaguán y el gran escudo de armas en la fachada.
En el palacio creó un centro de formación seminarista el cura don José Manuel de Lapuerta bajo el nombre de Casa de Santiago. Asimismo la historiadora María del Carmen González Echegaray menciona la existencia en el siglo XVI de los primeros miembros del linaje Rubalcaba en Solares. Así, Don Hernando González de Rubalcaba, nacido en 1543. A éste siguieron su hijo Don Francisco González de Rubalcaba, Procurador de la Junta de Cudeyo, y su nieto Juan de Rubalcaba y Puente, Caballero de Santiago y Diputado General de Trasmiera en 1648.
Villa Arras
Villa Arras
En una cuidada finca de gran interés botánico se encuentra una casa el siglo XIX de tres pisos con miradores de madera, donde destacan los elementos decorativos simétricos que recorren todas sus fachadas. Su planta cuadrada se estructura en dos alturas y bajo cubierta, con accesos laterales a través de escalinatas. Dispone de miradores y balcones distribuidos de modo simétrico, así como aleros y entramados de madera. Está incluido dentro del Inventario de Patrimonio Cultural de Cantabria.
La finca cuenta con buenos ejemplares de árboles de gran porte. Se observa un enorme tilo (3,30 metros de perímetro), un tejo de Irlanda, magnolios, una criptomeria del Japón. Al sur de la casa nos encontramos con varios laureles y cipreses. Detrás existen un gran tulipífero de 2,80m de circunferencia y varios fresnos. En la fachada norte se encuentra un aligustre del Japón y varios olmos. En el resto de la finca hay buenos ejemplares de cajigas, encinas, laures y fresnos. En cuanto a la casa, de tres pisos y semisótano, destacan en ella los balcones y miradores de madera de sus fachadas, así como los porches existentes en dos de ellas. Los vanos, que se distribuyen de un modo simétrico a lo largo del muro, presentan marcos con molduras, distinguiéndose asimismo los distintos pisos por medio de impostas que recorren las fachadas. Los esquinales presentan decoración de pequeños azulejos pintados, salvo en los pisos primero y semisótano en que se emplea en ellos la piedra. Los vanos del semisótano aparecen enmarcados por sillería. Es un edificio de principios del siglo XX y se encuentra incluido, junto con la finca, en el Inventario del Patrimonio Cultural de Cantabria desde el año 2001.