Cada pueblo de Medio Cudeyo cuenta con un antiguo y variado patrimonio en torno a la arquitectura religiosa. Construcciones que recogen la historia de los vecinos del municipio y suponen un legado que se remonta al siglo XII, cuando ya se documenta la existencia de un templo bajo la advocación de Santa María. Muchas de estas construcciones se vincularán al desarrollo del Camino de Santiago, vía milenaria que pasa por el municipio y que lleva al peregrino por el camino de la costa hasta Santiago de Compostela. Edificios en torno a los cuales y durante mucho tiempo se hacía la vida y se regían las leyes, como las reuniones de la Junta de Cudeyo, celebradas en un primer momento en el mismo pórtico de la Iglesia de Santa María de Cudeyo.
Iglesia de San Martín
Iglesia de San Martín
Desde su posición, este templo domina toda la localidad de Hermosa. La iglesia, de una nave con capillas entre contrafuertes, es una obra del siglo XVII. Una de las capillas está dedicada a la Virgen del Carmen y el templo presenta una cúpula y linterna como cubrición, sacristía adosada a la cabecera, pórtico del siglo XIX y espadaña clasicista.
El templo es de una sola nave cubierta por bóvedas de crucería, coro y espadaña clasicista, sacristía y pórtico adosados al lado de la epístola y capilla en la nave del Evangelio. Junto a la espadaña hay un reloj de sol. El pórtico, concluido en 1821, presenta una portada clasicista con arco de medio punto donde aparece la fecha 1599. El cuerpo de nave data de la primera mitad del siglo XVII, destacando otra etapa constructiva a mediados del siglo XIX bajo el patrocinio de la familia Torriente, que levantó una capilla funeraria bajo la advocación del Carmen además de financiar la obra de la sacristía, la compra de ornamentos y el dorado y jaspeado de los tres retablos que tenía la iglesia. Una inscripción en una ventana de la sacristía queda como constancia de las donaciones de tan insignes vecinos. Destaca asimismo en el interior del templo una talla de Santa Lucía.
El maestro cantero al que se deben las trazas originales para la obra de la iglesia es Francisco de Hermosa, miembro de una dinastía de canteros significativa. El retablo mayor, desaparecido, fue realizado por el ensamblador Francisco de la Torre a finales del siglo XVII.
Iglesia de San Juan Bautista
Iglesia de San Juan Bautista
También conocida como San Juan el Pajarón por un pelícano y un candelabro de oro que poseía y que, lamentablemente, fueron vendidos durante la Guerra de la Independencia. Construida durante los siglos XVII y XVIII la iglesia tiene tres naves abovedadas con crucería, resaltando la de su cabecera. En el pórtico se lee una inscripción sobre las donaciones de la influyente familia Torreánaz. En su interior destacan la talla de un Cristo de la Buena Muerte y un óleo sobre tabla hispano-flamenco de La Anunciación, probablemente una obra de la primera mitad del siglo XVI.
El templo tiene tres naves con una torre a los pies, sacristía adosada a uno de los lados de la cabecera y pórtico en el lado de la epístola. Asimismo, la familia Torreánaz construyó su capilla funeraria bajo la adbocación de San Marcelino en la nave del Evangelio. La nave y la sacristía se levantan entre los siglos XVII y XVIII y presentan elementos de tradición barroca como los pilares cruciformes que unen la nave central con las laterales o las bóvedas de crucería estrellada de la nave central. En el siglo XIX se concluyen el baptisterio, la torre y las cubiertas abovedadas de las naves laterales. En el pórtico una inscripción recuerda las donaciones de los Torreánaz a la parroquia: AL EXCMO. SR. Dn LUIS MARIA DE LA TORRE Y DE LA HOZ, CONDE DE TORREANAZ, TOMADO EN 25 DE JULIO DE 1881 UN ACUERDO POR LOS VECINOS DE ESTE PUEBLO, PARA PERPETUAR EL TESTIMONIO DE SU GRATITUD.
Iglesia de Santa María de Cudeyo
Iglesia de Santa María de Cudeyo
Desde una posición privilegiada que permite observar toda la localidad de Solares se encuentra este templo de tres naves del siglo XVII. Su portada sur es más antigua y data del siglo XV y supuso, durante un tiempo, el lugar de reuniones de la Junta de Cudeyo. En su interior alberga, entre otros, el sepulcro en piedra de un caballero, un retablo procedente del Palacio Rubalcaba y un tríptico hispano-flamenco de principios del XV.
Las primeras referencias a la existencia de un monasterio dedicado a Santa María son del siglo XII, pero el templo actual es posterior. De planta de pseudosalón (originariamente fue basilical pero en el siglo XVII sufrió una reforma) con tres naves, cuenta con ábside poligonal, coro alto, sacristía, torre a los pies y dos pórticos de entrada (en el sur se reunía durante la Edad Moderna la Junta de Cudeyo). La zona más antigua de la iglesia, de arquitetura tardogótica, es la de la nave de La Epístola. Las cubiertas, abovedadas y con combados, y los pilares de baquetones con decoraciones de motivos vegetales, humanos o eucarísticos, nos remiten de nuevo a modelos del gótico final. La portada sur, abierta en esta nave, se encuadra dentro del gótico hispanoflamenco de influencia burgalesa y es obra de la primera mitad del siglo XVI. Se compone de un arco carpanel con un friso de decoración vegetal enmarcado por un gran arco apuntado soportado por columnillas en cuyo dintel se recogen el lema Ave María, un cordón franciscano y una inscripción en letra gótica rodeada por treinta y siete sellos que puede trascribirse así: «Suman los perdones de esta iglesia en cada año XVIII mil y quinientos días, de perdón mas cada día CXX». El vértice superior de la portada, en cuyo interior se sitúa un anagrama de Jesús, se vio afectado por la superposición de un pórtico en el siglo XVIII. En la nave del Evangelio se abre otra portada, utilizada como ingreso al templo en la actualidad. Obra de la segunda mitad del siglo XVI, presenta arco de medio punto y elementos que la sitúan cercana al plateresco.
Además de por la importancia de su arquitectura, la iglesia destaca por algunos objetos que atesora en su interior. Así, el sepulcro en piedra de un caballero en la nave de la Epístola (2ª mitad del siglo XV), el retablo de la nave del Evangelio (último tercio del siglo XVII), un tríptico hispano-flamenco (transición siglos XV-XVI) y dos óleos representando a Santa Teresa y a la Sagrada Familia con San Juanito (siglo XVII).
Crucero de Valdecilla
Crucero de Valdecilla
Localizado muy próximo a la Iglesia de Santa María de Cudeyo, este amplio crucero se encuentra dentro de una de las etapas del Camino de Santiago a su paso por Cantabria. Es una obra monumental del siglo XVII en piedra de sillería, planta cuadrada y contrafuertes en esquina, además de arcos de medio punto, y en el interior cubierta de crucería y cruz de piedra.
Este crucero se encuentra dentro de una de las etapas del Camino de Santiago a su paso por Cantabria. De planta cuadrada cubierta con tejado a cuatro aguas, presenta muros de sillería con esquinas marcadas por contrafuertes y bóveda de crucería estrellada con terceletes y combados. Cada uno de los muros se abre al exterior mediante un arco de medio punto, sirviendo uno de ellos de ingreso al interior, donde se levanta una cruz de piedra sobre gradas y pedestal del mismo material con las representaciones de la Piedad y el Crucificado.
Iglesia de San Justo
Iglesia de San Justo
Caracterizada por la arquitectura religiosa de postguerra, la cual recreaba formas tradicionales a bajo coste mediante nuevos materiales. Destaca en ella una talla de madera policromada de Jesucristo Salvador procedente, posiblemente, del templo original de finales del siglo XVII que fue destruido.
La iglesia de San Justo de San Salvador tiene tres naves, separadas entre sí por arcos de medio punto, con sacristía adosada. A los pies del templo se encuentra la puerta de ingreso, elevándose sobre ella la espadaña que alberga el cuerpo de campanas. La iglesia presenta una arquitectura caracterizada por la sencillez. Levantada durante la postguerra, en su alzado se observa parte de una edificación más antigua en la zona de la cabecera, donde encontramos un arco en el lado de la Epístola. Entre la imaginería destaca una talla de madera policromada representando a Jesucristo como Salvador (siglo XVI). Existió una iglesia anterior a ésta trazada en 1695. En 1784 se construyó una espadaña en ella con materiales procedentes de la ermita de San Andrés. Esta ermita ocupó el solar en el que hoy se alza la parroquia.
Iglesia de Santa Catalina
Iglesia de Santa Catalina
Construida en el siglo XVII, en su origen bien pudiera tratarse de un establecimiento monacal medieval dominico dedicado a San Victor, tal y como se menciona en diferentes referencias históricas. En 1894 experimenta una profunda restauración costeada por el gobierno a instancias del Conde de Torreanaz.
La Iglesia de Santa Catalina es un templo de una sola nave con espadaña a los pies y cabecera cubierta con bóveda de aristas. Completa el conjunto un pórtico con cuatro columnas en el cual se localiza la portada de acceso a la iglesia. El vano, adintelado, aparece flanqueado por dos pilastras sobre las que corre un friso casetonado. Durante la segunda mitad del siglo XIX la iglesia sufre una amplia reforma que cuenta con el respaldo del Conde de Torreánaz. De ello es reflejo la placa colocada en el pórtico con las palabras: ‘A LA EXMA. SRA. D. TRINIDAD GARCIA SANCHO CONDESA VDA DE TORREANAZ. INSIGNE BIENHECHORA DE ESTA IGLESIA: EL PUEBLO DE SAN VITORES EN TESTIMONIO DE GRATITUD’.
Existen referencias históricas sobre un monasterio dominico en Cudeyo dedicado a San Víctor. Puede que se trate del antecedente medieval de la parroquia de Santa Catalina.
Iglesia de Santiago de Cudeyo
Iglesia de Santiago de Cudeyo
Construida entre el siglo XVI y el XVIII, esta iglesia se encuentra al paso del Camino de Santiago y tanto su situación como la de Santiago de Cudeyo presentan unas privilegiadas vistas de la Bahía de Santander. La iglesia consta de una nave con espadaña a los pies y contrafuertes en el ábside reflejo de una construcción tardogótica. El interior destaca por el abovedamiento de crucería de la capilla mayor, donde se emplaza un magnífico retablo barroco. Tras este se descubrieron unas pinturas murales del siglo XVII.
La espadaña, levantada durante la segunda mitad del siglo XVIII, remata con pináculos y bolas, además de presentar pilastras cajeadas y frontones, todo ello dentro de una clara estética clasicista. La iglesia cuenta con dos puertas de ingreso. La situada en la zona de los pies, un sencillo vano de medio punto; y otra en la fachada norte abierta en el siglo XVIII, compuesta por un vano adintelado con marco moldurado. Esta última no da en la actualidad al exterior pues en el lado norte del templo se adosó un espacio empleado para reuniones y actos de los parroquianos.En el interior del templo destacan una pila de agua bendita dentro de la tipología de las del siglo XVII y el magnífico retablo mayor, obra barroca del Taller de Cudeyo en la primera mitad del siglo XVIII. En él destacan tanto el empleo de columnas salomónicas como la imagen central de Santiago Matamoros, enmarcada por vano trilobulado. Se descubrieron unas pinturas murales de la segunda mitad del siglo XVII en la cabecera ocultas por dicho retablo. En ellas se representa «La Exaltación y Adoración de la Eucaristía» y debieron emplearse para cubrir el espacio interior de la cabecera hasta que ésta contase con un retablo.
Iglesia de San Miguel
Iglesia de San Miguel
A los pies del monte Peña Cabarga se encuentra la iglesia de San Miguel de la localidad de Heras, originaria de una antiguo monasterio. En ella destacada su portada hispano-flamenca del siglo XVI. La iglesia presenta tres naves con bóvedas de crucería, la mayor parte reformadas a mediados del siglo XVII, época de construcción de la vecina torre de Alvarado y de la cruz pétrea con relieves religiosos del exterior.
El templo consta de tres naves, con torre cuadrada de tres cuerpos a los pies y sacristía adosada a la cabecera, en la cual se encuentra la capilla mayor, abierta a la nave por medio de arco triunfal sobre. La existencia de un monasterio bajo la advocación de San Miguel aparece documentada desde principios del siglo XV y de él se originó la iglesia construida en los primeros años del siglo XVI y remodelada a mediados del siglo XVII. La zona más antigua del templo se encuentra en la portada sur, que se inscribe dentro de los cánones del gótico hispanoflamenco de influencia burgalesa. Asimismo, las cubiertas remiten a distintas fases de construcción: la de la nave central, de la segunda mitad del siglo XVII, mientras que las de las naves laterales se cierran durante los siglos XVII y XVIII. En la parte del mediodía, donde anteriormente se localizaba la vivienda del párroco, se encuentran hoy el despacho de éste y otras dependencias anejas. De la imaginería originales de la iglesia no queda nada tras su desaparición a comienzos de la Guerra Civil.
Ermita de San Pedruco
Ermita de San Pedruco
Lugar de celebración todos los años de una populosa romería, la ermita de San Pedruco es un pequeño edificio de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Situada en una amplia campa, el edificio consta de una sola nave y cabecera de planta cuadrada que se cubre con bóveda de crucería sencilla. Al exterior presenta espadaña junto a la puerta de ingreso, resuelta a través de un arco de mediopunto con sillares.
La pequeña ermita de arquitectura popular tiene muros encalados y presenta sillería en esquinales y vanos. En el interior la transición entre nave y capilla mayor se realiza a través de un arco triunfal, cubriéndose la cabecera con una bóveda de crucería que aún conserva restos de la pintura con que se decoraba. La fecha 1670 grabada en una de las ventanas nos remite a la existencia ya en esa época de la ermita, si bien ésta sufrió una reforma entre 1735 y 1738, fecha esta última que se graba en el arco triunfal de la capilla mayor.
En la cabecera existió un retablo fechado en la segunda mitad del siglo XVIII, y hoy desaparecido, con las imágenes de San Pedruco, San Roque y San Sebastián.
Iglesia de San Vicente
Iglesia de San Vicente
Este pequeño templo, construido en el siglo XVII, fue profundamente reformado y ampliado en el XIX gracias a la familia indiana de los Torriente, benefactores también del cercano Colegio del Apostolado. De esta reforma es el pórtico, la espadaña y la sacristía. Conserva el ábside original con contrafuertes que soportan una bóveda de medio cañón.
La iglesia de San Vicente consta de una sola nave, espadaña y coro de madera a los pies, pórtico de acceso al sur y sacristía adosada a la cabecera, que se cubre con una bóveda. Los tres tramos del cuerpo de la nave presentaban techumbre de madera pero actualmente se cubren con bóveda de medio cañón. El templo original, del siglo XVII sufrió durante el siglo XIX una reforma y ampliación con la construcción de sacristía, espadaña y pórtico, además de la reforma de nave y cabecera, a la que se reforzó con nuevos contrafuertes de gran tamaño. Todas estas obras las sufragó la familia Torriente, la misma que instituyó la fundación benéfica que dio lugar al cercano Colegio. Del templo del siglo XVII quedan algunos vestigios en la zona de la cabecera, donde se conservan los contrafuertes que soportan el empuje de la bóveda.
La iglesia poseía un retablo de la segunda mitad del siglo XVII en la capilla mayor con las imágenes de San Vicente y San Roque. Actualmente desaparecido, la imaginería del templo es moderna.
Ermita de San Esteban
Ermita de San Esteban
En el centro de la localidad de Sobremazas, hay un pequeño templo del siglo XVII levantado sobre otra pequeña ermita que bien pudiera ser medieval. En su pórtico se celebraron durante mucho tiempo las reuniones del concejo del pueblo. El edificio es de una sola nave rectangular con cabecera de planta cuadrada cubierta por bóveda de crucería. Adosada a ésta se encuentra la sacristía. El templo cuenta también con un pórtico y espadaña de doble tronera con decoración de bolas y pináculos.
Es un sencillo templo de una sola nave que presenta capilla mayor con bóveda de crucería en la cabecera, espadaña de doble tronera a los pies y pórtico y sacristía adosados al lado sur. La cabecera actual se levanta donde anteriormente se ubicaba la nave de una pequeña ermita. Abierta la capilla mayor a la nave por medio de un arco toral de medio punto, la crucería apoya sobre pilastras, reforzándose este espacio al exterior mediante contrafuertes dispuestos en esquina. En cuanto a empleo de elementos ornamentales únicamente destacan las bolas y pináculos de la espadaña, en la cual se encuentra el cuerpo de campanas. En uno de los laterales inferiores de la espadaña se encuentra un reloj de sol.
En el siglo XVI existía en el lugar donde hoy se levanta la iglesia una pequeña ermita que bien pudo tener antecedentes medievales. La obra del actual presbiterio se debe al cantero Juan de la Portilla en 1677. En el pórtico se celebraron durante mucho tiempo las reuniones del concejo de Sobremazas.